¿Cómo y cuando surgió la AMPF?

El 24 de marzo de 1994, por inspiración, de los compañeros Alfredo Sigliano, Blas Román, Dino Martin y Carlos Castillo, quienes con clara visión de su rol dirigencial advirtieron la necesidad de llegar con los beneficios del mutualismo, a toda la comunidad en procura de establecer solidamente en ella los principios de igualdad de oportunidades y de equidad y justicia social, se creó la Asociación Mutual de Protección Familiar, siendo su inicial y actual Presidente el primero de los nombrados.

A partir de su nacimiento, que significó adecuarse a los nuevos tiempos, con la actualización de la estructura administrativa y la modernización de los sistemas operativos, a través del uso de la informática, la capacitación y la jerarquización a nivel gerencial de las áreas laborales, se generó un instrumento dinámico y una expansión y mejoramiento de los servicios y beneficios en todo el país, en una medida inédita en el mutualismo nacional.

En la actualidad, el progreso es sostenido, con más de 65.000 asociados, con la participación en el Mutualismo Argentino en entidades nacionales federativas y confederativas (Fedemba y CONAM) y en todo el Continente americano a través de la Organización de Entidades Mutuales de las Américas (Odema), creada recientemente por la idea fuerza generada, entre otras entidades, por la AMPF, la proyección institucional de la entidad ha alcanzado niveles superlativos.

Un gran número de convenios intermutuales y la presencia en casi todas las provincias del país con más de 60 delegaciones y anexos, se suman a importantes proyectos que impactan en la calidad de vida de las familias asociadas, en cada una de las comunidades en que la presencia activa de la Mutual, ha significado un auténtico aporte para la sociedad y para la vigencia de los beneficios de la economía social y solidaria.

No se puede poner punto final a esta historia breve pero intensa, sin destacar el esfuerzo a lo largo de su joven historia, de todos los asociados que comparten con la Comisión Directiva, el convencimiento de que no existe una herramienta superior y más eficaz, que la solidaridad y la cooperación para construir un futuro mejor.