nota editorial julio 2007

LIDERAZGO

EL LÍDER NO NACE NI SE HACE... SURGE DE SU
INTERIOR ESPONTÁNEAMENTE POR UNA CAUSA
MOTIVANTE Y SE MATERIALIZA A TRAVÉS DE UN
FUERTE COMPROMISO.

Cuando esto ocurre, ¿Cuáles son las herramientas y medios con los que debe contar?

Además de las condiciones básicas que genera la aparición de un líder, tales como el compromiso, la visión, la confianza en sí mismo, su integridad y su capacidad de trabajo, es necesario que cuente con una
clara comprensión del alcance de sus fortalezas, conciencia plena de los valores que lo guían y saber comunicar acertadamente su visión, de modo que sea compartida por sus pares.

No es menos importante, dar el ejemplo en todo momento de su integridad moral y ética, nunca romper sus promesas ni faltar a su palabra y demostrar con hechos que su rol es conducir a la cabeza de los
procesos. Eso sí, sin acciones ni gestos de soberbia y más bien, teniendo en cuenta que el papel de un líder social es esencialmente exigente y sacrificado y que es preciso denotar, que es un servidor de su visión y que
valora a su gente sirviendo a sus intereses.

El líder social tiene a su cargo la responsabilidad, cuando el ámbito de actuación es una Mutual, de responder a las necesidades humanas de quienes representa y luchar por la inclusión y cohesión social de
la comunidad en la que su Entidad se encuentra inmersa. Para ello, debe poseer la virtud de prever y anticiparse a los cambios que la movilidad social produce de continuo, haciendo prevalecer los valores de la organización en toda su gente y por ende en la actividad que se emprenda.

El mutualismo se sustenta sobre un sistema de principios y estos atributos componen a todas las acciones que desarrolla en la sociedad y el más ferviente defensor de ellos debe ser el líder.
Un liderato se construye y consolida a lo largo de un proceso casi nunca breve y que está compuesto por un gran número de decisiones conductivas exitosas. El líder fortalece su gestión en la medida que se advierta y
reconozca la bondad de su conducción, cuando es coherente, participativa y no excluye al disenso criterioso y constructivo de sus seguidores, quienes compartirán así la confianza y la fe en los resultados.

Si bien es cierto que es conveniente que delegue en sus colaboradores, por razones obvias, los aspectos vinculados con la organización y ejecución de los proyectos que la Entidad programe, no lo es menos, que no prescinda totalmente de su participación en la instrumentación y en la tutela del emprendimiento hasta su culminación. Debe asumir que es el máximo
responsable de un eventual fracaso de la iniciativa y que no puede esperar otra recompensa mayor a la satisfacción por el éxito que pueda lograr el equipo actuante, al cual deberá hacer participe, invariablemente, del mérito emergente en cada oportunidad.

Su ejemplo, como eje aglutinante, puede fortalecer, animar, motivar, estimular, o por contrario imperio, debilitar, desanimar, desmotivar y hasta anular las iniciativas de los integrantes del grupo que lidera, ya que su conducta es generalmente imitada por sus colaboradores.

La firmeza y honestidad de las ideas y acciones que protagonice en el diario quehacer, constituyen los elementos sustanciales para que se consolide su liderazgo, el cual estará siempre a prueba, siendo su particularidad mas distintiva la fragilidad intrínseca que lo caracteriza, ampliamente comprobada en innumerables ejemplos, en uno y otro sentido, de personajes célebres a los largo de la historia de la
humanidad.

En suma, el líder mutual no puede excluir en su actuación, a ninguno de los valores esenciales que distinguen su trascendente figura, como ser:

COMPROMISO: Con su visión y sus pares y con el cumplimiento de la misión de la Entidad en la sociedad.

RESPONSABILIDAD: En el ejercicio de su gestión, no olvidando nunca que es acreedor del mérito del éxito, pero también el máximo destinatario de las consecuencias del fracaso.

INTEGRIDAD y trasparencia a toda prueba de su conducta en el desempeño de la función, trasmitiendo al mismo tiempo a sus pares, la energía de su confianza, la firmeza de sus convicciones y solidez de los criterios que sustenta.

TRABAJO: Sabiendo que por lo general, será sacrificado y le demandará lo mejor de su inteligencia y capacidad estratégica para formar la fuerza laboral que la Entidad requiere.

EL LÍDER ES EN DEFINITIVA, NO SOLO EL AUTOR INTELECTUAL DE UNA VISIÓN, SINO TAMBIÉN EL REALIZADOR DE SU PROPIO SUEÑO”, QUE LO TIENE COMO EL PRINCIPAL E INSUSTITUIBLE PROTAGONISTA..