nota editorial julio 2008
  HACIA UN MUTUALISMO MUNDIALMENTE ORGANIZADO
  - OMMO  


En diversas ocasiones, tuvimos la oportunidad de expresar la idea de encarar la construcción de una organización supranacional, que se constituyera, con una fuerte e indiscutible representatividad, en referente ineludible de los intereses del mutualismo mundial, carente hasta el
momento de una institución de ese carácter, con capacidad política, estructural y operativa, en condiciones de asumir esa responsabilidad.

Y esto así, porque hasta hace pocos años, concretamente hasta la aparición de Odema, el escenario del mutualismo internacional, sólo estaba ocupado por la AIM, que nuclea en su seno, con abrumadora mayoría, al mutualismo existente en los países europeos, matizada esta situación con la presencia de algunas entidades nacionales pertenecientes a algunos países de América y de África, tales como Argentina y Uruguay, en el primer caso, y Marruecos y Túnez en el segundo, a lo que debemos agregar, una participación irrelevante de una pretendida organización americana, con una dudosa legitimidad en su representatividad y operatividad.

Otro es el panorama a partir del nacimiento de Odema, joven y pujante organización que surgió con fuerza arrolladora en el ámbito del mutualismo americano, cubriendo ese vacío de representatividad y actividad, con una acción eficiente y constante en el fomento, difusión y apoyo del mutualismo en 17 países de norte, centro, Sudamérica y el Caribe.
Mas recientemente aún, ha sido la creación de la Unión Africana de Mutuales (UAM), integrada por 21 países del mencionado continente, cuya estructura fundacional contó con el apoyo de Odema.

Son también significativos, los contactos formalizados por Odema con el mutualismo español y el portugués, direccionados a construir una Alianza Iberoamericana, habiéndose ya comenzado con la realización de las primeras reuniones y el intercambio de borradores conducentes a la
celebración del Convenio de Entendimiento respectivo.

Este nuevo contexto internacional, nos pone en evidencia que se está transitando el camino de una unidad mutualista ecuménica, capaz de contener a la totalidad del mutualismo existente en los cinco continentes, a poco que las actuales organizaciones en funcionamiento, se propongan dar el paso trascendental que este nucleamiento requiere.

Sabemos que en la AIM, se ha elaborado un proyecto de reforma de su Estatuto y del Reglamento de Funcionamiento, que constituye una verdadera transformación dinámica de esa organización, tanto en el nivel institucional como en la estrategia y operatividad, significando, una singular apertura democrática con amplia participación entre continentes y
regiones para la mejor cooperación internacional.

Se configura de este modo, un primer paso fundamental para el logro de una organización con liderazgo en la comunidad mutualista universal, y con incidencia relevante en la economía social y solidaria. Ese liderazgo permitirá, contemplando los requerimientos de los tiempos actuales
para el progreso del hombre y de su familia, la coordinación de los esfuerzos de todos los mutualistas esparcidos a lo largo del mundo.

De tal manera, se evitaría la multiplicación de intentos y proyectos, que persiguen los mismos fines de representatividad internacional, con una dispersión de gestiones que contradice el tradicional sentido de unidad del
sistema, cuya naturaleza intrínseca es la búsqueda de la coincidencia doctrinaria asociada a la acción conjunta.

El ejemplo brindado por entidades como Odema en América y UAM en África, reflejan que la adecuación a las distintas realidades geográficas y sociales, no significa un aislamiento o una dispersión de los principios básicos del mutualismo, sino que, por el contrario, al reconocer la existencia de estas particularidades regionales, se refuerza el concepto de la unidad dentro de la diversidad, y por tanto, estamos en presencia de un cambio significativo en el orden mutual imperante.

Esta nueva situación transformadora de las relaciones intercontinentales, nos hace ver que estamos transitando el camino que nos llevará al nucleamiento creador de la “Organización Mundial del Mutualismo” (OMM).

Alfredo Sigliano, Presidente