nota editorial octubre 2006
PASO TRASCENDENTE: CONCENIO AIM-ODEMA

Culminando una gestión iniciada por el Comité Director en el año 2005 en la sede de la AIM, ubicada en la ciudad de Bruselas, Bélgica, se firmó el día 10 de octubre del corriente año, la “Convención General de Cooperación Institucional”.

Este hecho significativo, proyecta a nuestra joven entidad a compartir en su carácter de organización supranacional, con su similar europea, la responsabilidad de fortalecer los valores de la mutualidad, que son la salud y el bienestar del hombre, la solidaridad, la ausencia de fines lucrativos, y en general todos los principios de una protección social al más alto nivel posible.

Convienen asimismo, en coparticipar en el desarrollo de las mutualidades adheridas a Odema, en función de los siguientes objetivos: fomento y desarrollo del mutualismo mundial, trabajando de consuno, en la promoción de los valores mutualistas, la colaboración en la acciones de sensibilización de los organismos internacionales (OMS, OIT, Banco Mundial, etc), la facilitación para establecer asociaciones entre Odema y organismos proveedores de fondos o que apoyan actividades de orden social, la participación de expertos procedentes de la AIM, para estudios, formación y talleres en encuentros y seminarios de Odema.

Afirman ambas entidades de tal modo, el papel primordial de la mutualidad frente a las necesidades sociales crecientes en todo el mundo, tanto para completar y subsidiar la acción de los respectivos gobiernos, en la protección social obligatoria, como para establecer y desarrollar nuevas realizaciones sociales.

Pensamos que este será el punto de partida de una integración intercontinental, que permitirá la promoción de los valores mutualistas, trascendiendo las fronteras nacionales, e implica una muestra de fuerte solidaridad entre los movimientos mutualistas de todos los países que integra la AIM y Odema.

Por otra parte, la firma de esta convención, constituye una real inserción y reconocimiento de Odema, como entidad representativa de la mutualidad americana y abre auspiciosas perspectivas para su proyección futura y en la concreción de su derecho a tener predicamento y ser escuchada, al igual que todos los factores de poder organizados dentro de la sociedad, tal cual viene ocurriendo históricamente con las organizaciones políticas, sindicales, religiosas, etc. En definitiva, afirmar su posicionamiento dentro de la economía social y solidaria ecuménica.