nota editorial octubre 2010
 ODEMA/UAM UNIDAD MUTUALISTA INTERCONTINENTAL CONSOLIDADA 

“Es muy posible que no hayamos todavía reflexionado lo suficiente para advertir la enorme importancia que tiene para el mutualismo de dos continentes, el acuerdo de colaboración concretado entre UAM (Unión Africana de la Mutualidad) y ODEMA.

Sin embargo, en su reciente visita a nuestra Sede, el presidente de UAM, Abdelmoula Abdelmoumni, expresó muy significativamente su opinión sobre las derivaciones que surgirán en el futuro del convenio suscripto, destacando, particularmente, la fortaleza política institucional que producirá la labor conjunta “codo a codo” (textual) de ambas entidades, en ámbitos del más alto nivel internacional, ejemplarizando con el gobierno de la comunidad europea.

Este optimismo del distinguido visitante, es totalmente compartido por las autoridades de Odema, quienes agregaron como punto focal de contacto internacional común a la OMS / OPS, con la cual ya existe un convenio en materia de salud, eventualmente posible de triangulación intercontinental.

El acuerdo de partenariato, que fuera celebrado en ocasión de la Asamblea General de la UAM realizada en Rabat, Marruecos, en junio de 2010 y que revistió el carácter de ratificación del acordado en junio de 2008, en la misma ciudad, constituye una herramienta de complementación con una formidable capacidad de desarrollo y transformación de las dos organizaciones firmantes, dentro de una concepción moderna del funcionamiento del sistema mutualista.

Los objetivos principales de este convenio, están direccionados a fortalecer al mutualismo africano y americano en procura de la consolidación de los derechos humanos y las satisfacciones de las necesidades esenciales del hombre. Para ello, trabajarán de consuno UAM y Odema en la integración de las entidades mutuales; organizar el intercambio de experiencias; promover la capacitación de los dirigentes e impulsar el intercambio académico y formativo.

Asimismo, se comprometen a impulsar y dinamizar la promoción y difusión del mutualismo, por su carácter protagónico y prominente, ante las organizaciones integrantes de la economía social y solidaria.

En repetidas oportunidades, hemos sostenido en distintos foros en los que nos tocó intervenir representando al mutualismo de América, la necesidad de convocar a realizar, nada más ni nada menos, lo que el sistema contiene como la mayor de sus virtudes, que no es otra cosa que la solidaridad, que trascendiendo de su fuente filosófica fundamenta su razón de ser en la unidad, como principio básico e insoslayable para realizar su acción benéfica en la comunidad.

Es necesario pensar en qué medida, este verdadero hecho inédito e histórico, viene a instalar con un ejemplo concreto, la idea, muchas veces enunciada por la organización americana, de trabajar para lograr la creación de una Entidad que aglutine al mutualismo mundial.

Cuando desde Odema propugnamos alcanzar este objetivo de unidad, partiendo desde una visión casi utópica por su ambiciosa dimensión, lo hicimos concientes del tamaño y de las exigencias extraordinarias que demandaría un emprendimiento de esta naturaleza, ya que no ignoramos las vallas que suponen las indudables diferencias culturales, económicas y sociales, existentes en las sociedades de los países que conforman los distintos continentes.

Pero es oportuno considerar, que como venimos de experimentar múltiples dificultades, enfrentadas con éxito, durante todo el proceso de constitución e incesante desarrollo de nuestra internacional continental, entendemos que la fuerza moral de la filosofía mutualista, así como la perseverante predisposición que motoriza al sistema, hace viable y meritorio todo el esfuerzo que se realice a favor de esta misión.

Además, posiblemente, los positivos resultados obtenidos en estos escasos seis años de existencia de Odema, nos hagan justificadamente optimistas en cuanto a la factibilidad de este proyecto. Si sumamos a ello, la similar circunstancia que se ha dado en el continente africano con el mutualismo adherido a UAM, es totalmente procedente creer que el camino hacia la unidad universal del sistema ya está iniciado.

Se impone entonces ahora, avanzar sobre proyectos que vayan consolidando esta unidad intercontinental, de modo tal que los resultados tangibles, con directa incidencia en el mutualismo de África y América, tengan presencia visible y comprobable. De esta forma, no sólo se logrará ese objetivo, sino que también se instalará el testimonio necesario para que el resto del mundo mutual se sume, progresivamente, a esta idea fuerza de integración universal.-”